Eres capaz de dar realmente tu luz a los demás únicamente si también eres capaz de no darla. Si no puedes decir ‘no’ a la gente, tu «sí» no tiene significado. Aprender a poner límites y valerse por sí mismos es fundamental. Si no haces esto, tu energía fluye hacia un pozo sin fondo y permanentemente te sentirás débil y drenado.
Para evitar que esto suceda, es necesario ponerte en contacto con tu energía masculina. Muchas personas que se inclinan hacia lo espiritual, tienen una imagen negativa de la energía masculina. Es asociada con la violencia, la opresión y la agresión y considerada no ser espiritual. Como resultado de esta actitud negativa hacia la energía masculina, muchas personas inclinadas hacia lo espiritual e hipersensibles se sienten impotentes e incapaces de valerse por sí mismos.
La solución es entender que no hay nada malo con la energía masculina en sí misma, sino que es el desequilibrio entre el masculino y femenino lo que causa el problema.
Por relacionar la energía masculina con algo inferior, muchas personas debilitan su propia fuerza.
POR Gerrit Gielen