Acompañamiento postaborto

relaciones de amor frente al aborto

Si has perdido un hijo/hija (o varios) tras un aborto espontáneo, o mediante una Intervención Violenta del Embarazo (IVE), primero es necesario superar un duelo. Para muchas de las mujeres (y hombres) que hemos perdido a nuestros hijos tras una … Sigue leyendo

TRUCOS PARA UNA VIDA LIBRE DE CACA

LA CACA, por mucho que llevemos toda la vida oliéndola, intercambiándola o incluso tragándola, SIEMPRE NOS HACE SENTIR MAL.

Nuestro cuerpo, así como nuestro corazón y espíritu están CONCEBIDOS PARA RECIBIR ÚNICAMENTE COSAS BONITAS, PURAS Y NUTRITIVAS (de ahí la importancia de consumir ecológico. Ahí queda esa cuña!)

Por eso que proponerse NO ACEPTAR NINGUNA CACA ES ESENCIAL PARA PODER VIVIR SANA, LIBRE Y PLENAMENTE.

En el momento en el que aceptamos o adoptamos una caca como propia, ya estamos jodidos.

Social y familiarmente la caca juega un papel fundamental, es lo que nos desconecta de nuestros impulsos más revolucionarios (AMAR Y SER AMADO/A).

La caca tiene por otro lado una capacidad extraordinaria de metamorfosis. La podemos encontrar en formato EMOCIONAL (mentiras, creencias y falsas identificaciones del tipo: «eres un inútil», «tu amor no vale nada», «los hombres son todos unos capullos», «eres fea por eso déjate utilizar», etc.), FÍSICO (no me arreglo, como grasas saturadas, azúcar y drogas, insomnio, TV,…) PASIONAL (relaciones sexuales sin amor, explotación laboral, ruina económica, abusos, …).

Ahora, no se hundan ni asusten o depriman porque hay salida! LA CACA SIEMPRE QUEDA FUERA DEL PLANO ESPIRITUAL. Ajá, aquí la caca no tiene nada que hacer.

Así que mi recomendación PARA DISFRUTAR DE UNA VIDA LIBRE DE CACAS es: en cuanto os huela a caca….

1. CONECTAR CON VUESTRO ESPÍRITU DE HOMBRE O DE MUJER (que siempre buscan amar y ser amados)

2. RECHAZAR RADICALMENTE como propia la caca que os estén regalando, ofreciendo o colando como chocolate. Por mucho que os insistan en que la caca es vuestra, que venía con el pack de nacimiento o que es de mal gusto rechazarla NEGAROS ROTUNDAMENTE A ACEPTARLA. Que para eso somos ya adultos, para elegir elocuente y responsablemente.

3. LIMPIAR LO QUE HAYA SALPICADO (SI SE HA TRAGADO ESCUPIR SIN TAPUJOS) para conseguir tener y mantener el terreno limpio y poder pasar a buscar recibir/dar/crear cosas lindas PARA DISFRUTAR Y HACER DISFRUTAR.

CACA FUERA!

Naturaleza, poder y cultura del miedo

«¿Por qué ese silencio prolongado sobre el papel del miedo en la historia? Sin duda causa de una confusión mental ampliamente difundida entre miedo y cobardía, valor y temeridad. Por auténtica hipocresía se ha tendido durante mucho tiempo a camuflar las reacciones naturales que acompañan a la toma de conciencia de un peligro tras las apariencias de actitudes ruidosamente heroicas. La palabra miedo está cargada de tanta vergüenza que la ocultamos. Sepultamos en lo más profundo de nosotros el miedo que se nos agarra en las entrañas.

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En todas las épocas, la exaltación del heroísmo es engañosa: como discurso apologético que es, deja en la sombra un amplio campo de la realidad.

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Miedo y cobardía no son sinónimos. Pero hay que preguntarse si el Renacimiento no quedó marcado por una toma de conciencia más nítida de las múltiples amenazas que pesan sobre los hombres en el combate y en otras partes, en este mundo y en el otro. De ahí la cohabitación muchas veces visible en las crónicas el tiempo, de comportamientos valerosos y actitudes temerosas en una misma personalidad.

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EL MIEDO ES NATURAL

Haya o no más sensibilidad antes el miedo en nuestro tiempo, éste es un componente mayor de la experiencia humana, a pesar de los esfuerzos intentados para superarlo. «No hay hombre que esté por encima del miedo -escribe un militar- y que pueda vanagloriarse de escapar de él» Un guía de alta montaña a quien se le plantea la pregunta: «¿Le ha ocurrido tener miedo?», responde: «Siempre se tiene miedo de la tormenta cuando se la oye crepitar sobre las rocas. Se erizan los cabellos debajo de la boina».

Sartre escribe: «Todos los hombres tienen miedo. Todos. El que no tiene miedo no es normal, eso no tiene nada que ver con el valor»

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La necesidad de seguridad es, por tanto, fundamental; está en la base de la afectividad y de la moral humanas. La inseguridad es símbolo de muerte, y la seguridad símbolo de vida. El compañero, el ángel guardián, el amigo, el ser benéfico es siempre aquel que difunde seguridad.

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En animal no anticipa su muerte. El hombre, por el contrario, sabe -muy pronto- que morirá. Es, por tanto, el único que conoce el miedo en un grado tan temible y duradero.

El miedo de las especies animales es único, idéntico a sí mismo, inmutable: el miedo a ser devorado. Mientras que el miedo humano, hijo de nuestra imaginación, no es uno sino múltiple, no es fijo sino perpetuamente cambiante.

No obstante, el miedo es ambiguo. Inherente a nuestra naturaleza, es una muralla esencial, una garantía contra los peligros, un reflejo indispensable que permite al organismo escapar provisionalmente de la muerte. Sin el miedo ninguna especia habría sobrevivido. Pero si sobrepasa la dosis soportable, se vuelve patológico y crea bloqueos. Se puede morir de miedo, o al menos ser paralizado por él.

En los Cuentos de la Bécasse, Maupassant lo describe como «una sensación atroz, una descomposición del alma, un espasmo horrible del pensamiento y del corazón cuyo solo recuerdo proporciona al alma estremecimientos de angustia».

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G. Simenon declara del mismo modo que el miedo es «un enemigo más peligroso que todos los demás».  Incluso actualmente, los indios -o incluso mestizos- de algunas aldeas remotas de México conservan entre sus conceptos el de la enfermedad del espanto o susto. Tener un espanto es «dejar al alma en otra parte».

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En efecto, el miedo puede convertirse en causa de la involución de los individuos. Todo aquel que está dominado por el miedo corre el riesgo de disgregarse. Su personalidad se cuartea, la impresión de serenidad que da la adhesión al mundo desaparece; el ser se vuelve separado, otro extraño. El tiempo se detiene, el espacio mengua.

En el caso de Renée, una esquizofrénica estudiada por Mme. Sechehaye: cierto día de enero conoce por primera vez el miedo que le es aportado, según ella cree, por un gran viento anunciador de lúgubres mensajes. Pronto este miedo, al aumentar, acece la distancia entre Renée y el mundo exterior, cuyos elementos pierden progresivamente su realidad. La enferma confesaría más tarde: «El miedo, que antes era episódico, no me abandona ya. Todos los días estaba segura de sentirlo. Y luego los estados de irrealidad aumentaban también.

[…]

Tratándose de nuestra época, la expresión «enfermedades de civilización» se nos ha vuelto familiar. ¿Es que una acumulación de agresiones y de miedos, por tanto de stress emocionales, no ha provocado en Occidente, desde la peste negra a las guerras de religión, una enfermedad de la civilización occidental de la que finalmente ha salido victoriosa? A nosotros corresponde, mediante una especie de análisis espectral, individualizar los miedos particulares que entonces se sumaron para crear un clima de miedo.

«Miedos particulares». Aquí puede llegar a ser muy afectiva en el plano colectivo la distinción que la psiquiatría ha establecido en la actualidad en el plano individual entre miedo y angustia, antiguamente confundidas por la psicología clásica. Porque se trata de dos polos a cuyo alrededor gravitan palabras y hechos psíquicos a la vez emparentados y diferentes. El temor, el espanto, el pavor, el terror pertenecen más bien al miedo; la inquietud, la ansiedad, la melancolía, más bien a la angustia. El primero lleva hacia lo conocido, la segunda hacia lo desconocido. Por eso es más difícil de soportar que el miedo.

[…]

En los obsesos, la angustia se convierte en neurosis, y en los melancólicos en una forma de psicosis. Como la imaginación juega un papel importante en la angustia, ésta tiene su causa más en el individuo que en la realidad que lo rodea, y su duración no se encuentra, como la del miedo, limitada por la desaparición de las amenazas. Por eso es más propia del hombre que del animal. Distinguir entre miedo y angustia no equivale, sin embargo, a ignorar los vínculos en los comportamientos humanos. Miedos repetidos pueden crear una inadaptación profunda en un sujeto y conducirle a un estado de malestar profundo generador de crisis de angustia. Recíprocamente, un temperamento ansioso corre el riesgo de verse más sometido a los miedos que cualquier otro. Además el hombre dispone de una experiencia rica y de una memoria tan grande que sólo raramente experimenta miedos que en un cierto grado no estén penetrados de angustia. Reacciona, más todavía que el animal, a una situación desencadenante en función de sus vivencias anteriores y de sus «recuerdos».

Como el miedo, la angustia es ambivalente. Es presentimiento de lo insólito y expectativa de la novedad; vértigo de la nada y esperanza de una plenitud. Es a la vez temor y deseo. »

 

Extractos de «EL MIEDO EN OCCIDENTE» de Jean Delumeau. Ed. Taurus, 1989

 

TE VAS A CAER! NO LO HAGAS, TE VAS A HACER DAÑO!

La de veces que podemos oír esto a lo largo de nuestra vida… Tantas…que nos parece hasta normal! En los parques mismamente, he visto niños que se quedaban sentados por no caerse del columpio. Porque la amenaza de los padres de «Cómo te hagas daño, voy a sufrir muchísimo» es suficiente para que el niño o la niña se queden PARALIZADOS.

¿Pero cómo vamos a aprender si no nos caemos, o si no nos hacemos daño?

¿Cómo aprende un niño que el fuego quema? ¿Por que se lo dicen (o gritan!)? ¿O porque un día se acerca tanto, que se quema?

Es cuando tenemos la experiencia, que aprendemos. Nos pueden repetir millones de veces las cosas, pero es SÓLO CUANDO LAS EXPERIMENTAMOS, CUANDO REALMENTE -repito, REALMENTE- LAS APRENDEMOS.

Por eso que los padres, o más bien los adultos, que no hacen más que estar encima de los pequeños repitiéndoles que se van a caer, o que se van a hacer daño, no están sino CAPANDO Y LIMITANDO hasta un nivel muy grave y patológico a unos seres (es decir, TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS) que vienen a la vida perfectos, con toda una serie de recursos ilimitados para crecer y desarrollarse sanamente. Porque a eso venimos, si lo habíais olvidado. A SER FELICES!

Y ese es el PODER CHUNGO que ejercen los mayores que ya están capados y limitados. Buscan hacer lo mismo con los que le siguen. Así su vida limitada queda justificada.

Ese MIEDO a hacernos daño, que se traduce en «LO VAS A HACER MAL» nos destroza la vida.

Porque la vida es una AVENTURA. Desde el comienzo, y hasta el final.

¿Pero cómo vamos a entregarnos a la aventura de la vida si tenemos miedo a hacernos daño?

¿Vas a subirte a un barco si lo único que tienes en mente es la amenaza de una tormenta, un temporal o un tiburón?

¿Vas a entregarte a una relación de amor, si la amenaza a que te rompan el corazón es lo que más pesa? (y eso por lo general lo conocemos bien, porque los padres nos rompen de pequeños el corazón al no entregarse a ser felices con nosotros)

Pues que sepáis que el DOLOR, es sólo DOLOR. Que los chichones, los golpes e incluso las fracturas, son sólo dolor. Y el dolor físico es lo que menos destruye. Porque pasa. Porque se cura y se sana. Y ahí siempre aparece la rana (y su culito!)

REBELARSE A VIVIR SIN DOLOR, ES UN SÍNTOMA DE RENACIMIENTO, DE SANACIÓN, DE ENTREGA A LA VIDA.

Por favor, si que te salgan los dientes duele, si el parto duele, si la menstruación duele, si todo lo que viene a dar vida produce dolor, ¿Cuál es el problema? El dolor es una sensación más. Que en sí misma, no es ni buena ni mala. Simplemente ES.

El problema real es NO SABER GESTIONAR EL DOLOR. Porque sentir dolor cuando no se sabe qué hacer con él porque no se tiene con quién compartirlo, con quién curarlo, con quién pasarlo, es un horror. Sentir dolor, sin entender por qué ha pasado, de dónde viene, qué hacer con él, ES LO QUE CAUSA ANGUSTIA, PÁNICO, IMPOTENCIA Y, FINALMENTE, LIMITACIÓN. Porque no padecemos dolor, sino que SUFRIMOS POR ELLO.

Y eso que el dolor físico es el que mejor llevamos. ¿Pero qué pasa con el dolor emocional? ¿Sabemos de dónde viene, sabemos por qué lo sentimos, por qué nos lo han hecho? Por lo general, no. Porque de cultura -o inteligencia como lo llaman- emocional estamos muy subdesarrollados, muy ignorantes. Y ahí es cuando comenzamos a sacar nuestras propias conclusiones.

– ME DUELE QUE NO ME RESPETEN, QUE NO ME VALOREN. Pero lo sufro porque entiendo que no soy digno/a de respeto ni tengo ningún valor que defender. Porque entiendo que si no ven el valor, es porque no lo tengo (GRAVÍSIMA CONCLUSIÓN!!!)

– ME DUELE QUE ME UTILICEN. Pero lo sufro porque «en la vida todo se basa en el VALOR DE UTILIDAD». Por lo tanto, si no dejo que me utilicen, «NUNCA TENDRÉ TRABAJO, AMIGOS Y MUCHO MENOS PAREJA».

– ME DUELE QUE NO SE ENTREGUEN TOTALMENTE A MIS ILUSIONES. Pero lo sufro porque «las ilusiones no son algo real, sino que la vida es dura, cruel y, por supuesto, egoísta»

Y así podría citar mil y una creencias que asumimos y aprobamos y hacemos nuestras. ACEPTAMOS LA HERENCIA FAMILIAR.

Si mamá sufrió con papá, no voy a ser yo la lista que consiga un príncipe que la haga feliz.

Si papá se sacrificó por la familia, no voy a ser yo el listo que se entregue a hacer lo que le profundamente le llena y hace feliz.

Y ahí está el grueso de la sociedad. Una sociedad enferma que si bien está cambiando (despertando dicen algunos) está rodeada de muerte y destrucción. Y basta con mirar los ríos, el aire, o la fauna y flora del planeta para hacerse una leve idea de cómo ha degenerado la vida en la Tierra. Y si ya pasamos a ver cómo está el alma de las personas, ahí la cosa se agrava terroríficamente.

Y será ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE cuando cada uno de los adultos que vivimos en ella ASUMAMOS LA RESPONSABILIDAD DE REBELARNOS A TODA UNA SERIE DE MANDATOS Y CREENCIAS ERRÓNEAS Y DESTRUCTIVAS PARA ENTREGARNOS A DARLO TODO POR AMOR QUE SALVAREMOS EL PLANETA, Y LO MÁS IMPORTANTE, LA FELICIDAD DE TODOS LOS SERES.

La tuya incluida. Por supuesto! Porque todos los seres somos super importantes. Cada uno de nosotros trae un don a compartir y desarrollar con los demás. Identificarlo y ponerlo al servicio de la Vida es lo que nos permite SANARNOS, DESARROLLARNOS Y SER FELICES.

Y por último recordar que para realizar el cambio, LA AYUDA ES FUNDAMENTAL. SOLOS NO PODEMOS. ES IMPOSIBLE.

Es fundamental buscar (y quien la busca la encuentra: es una Ley Universal) la ayuda de una persona, o varias, que nos guíen desde una conciencia clara de lo que es la Vida y el Ser Humano.

::UNIÓN HOMBRE Y MUJER:: Taller de realización personal

::UNIÓN HOMBRE Y MUJER:: Taller de realización personal

«Qué feliz y afortunada me siento con que estos talleres, por encima de sabotajes, contracorrientes y circunstancias personales a veces muy complicadas, sigan adelante ofreciendo la oportunidad de vivir la Esencia de la Vida Humana: LA UNIÓN ENTRE EL HOMBRE Y … Sigue leyendo

CADA MUJER, CADA HOMBRE TIENE EL PODER DE CAMBIAR EL RUMBO DE LA HUMANIDAD

CADA MUJER, CADA HOMBRE TIENE EL PODER DE CAMBIAR EL RUMBO DE LA HUMANIDAD

Siglos de historia de DESTRUCCIÓN, ABUSO, TRAICIÓN Y VIOLACIÓN dejan marca en cada uno de nosotros. Es importante ser consciente de que en nuestro ADN, en cada una de nuestras células, han quedado impregnadas las CONSECUENCIAS de todo ese sufrimiento … Sigue leyendo

¿ QUIÉN SOY Y QUÉ ES LO QUE QUIERO?

“El cuerpo humano es una gran farmacia y ha evolucionado a través de miles de años de evolución. Dondequiera que el pensamiento vaya, va una molécula, así que si estás experimentando tranquilidad, tu cuerpo está produciendo valium… Si tu cuerpo está experimentando dicha, tu cuerpo produce sistema inmunológico, que son drogas potentes y anticancerosas. Por ejemplo, si estás ansioso, tu cuerpo genera cortisona que destruye el sistema inmunológico y el sistema cardiovascular también se ve afectado, por lo tanto, lo que sucede en nuestra conciencia, afecta nuestro cuerpo y el ambiente externo nada tiene que ver con esto.

El ambiente exterior es una proyección que nosotros hacemos, por lo tanto, el ambiente nunca es estresante, nosotros proyectamos nuestro estrés en un ambiente. Si vamos hacia adentro, al campo del espíritu, que es completamente silencioso y experimentamos una mente completamente silenciosa, despertamos la inteligencia del cuerpo de manera totalmente espontánea.
Dos veces al día te sientas en silencio y pones atención en tu corazón y te haces dos preguntas: ¿Quien soy? Y ¿qué es lo que quiero? Y luego escuchas, lo haces 5 minutos dos veces al día y tu vida comienza a cambiar”.

Deepak Chopra.

ENTERRANDO A LOS VIVOS

Es increíble con qué facilidad damos las cosas por muertas. Hoy leía una noticia que me ha conmocionado profundamente: Una mujer en Australia dio a luz a dos bebés y a uno de ellos le dieron por muerto porque al nacer no respiraba. La mujer quiso tener el cuerpecito inerte en brazos y con todo el amor del mundo le habló, le acarició, le cantó… Pasado un rato, la criatura reaccionó y finalmente acabó cogiendo la teta de su madre. Hoy vive con gran salud.

Esto me ha hecho reflexionar sobre lo poco que solemos apostar por la vida. Lo poco que la cuidamos. Vamos, lo poco que creemos en ella… Ella que tiene un espíritu inmortal y nosotros dale que la matamos!

Me viene a la cabeza una historia personal donde en un macetero del piso yo veía una especie de tubérculo al que yo no le encontraba sentido, tan seco y cero florido! Al final un día decidí sacarlo de ahí y tirarlo a la basura. Mi compañera al verlo lo rescató, lo limpió de toda la porquería pegada y lo volvió a plantar. A los días, para mi gran asombro (y cargo de conciencia….) de ahí emergió una hoja fuerte, super tiesa y con un verde bien intenso. Hoy la miro y vuelve a tener el mismo aspecto que aquel día que la arranqué de su macetero para meterla en la bolsa de plástico con el resto de desperdicios. Sin embargo ahora sé que cuando menos me lo espere, hop! ahí que brotará de nuevo (porque ya lo ha hecho más veces) esa hoja fuerte, firme y verde que me recordará lo fácil que daba por muertas las cosas.

He puesto el ejemplo de una planta. Pero también lo podría poner con algunas relaciones. Y ahí la cosa se complica mucho más…. Ya que con las relaciones entramos en el terreno de los corazones y las ilusiones. Y todos sabemos lo que significa un corazón o una ilusión rota, o traicionada. No obstante, siguen vivas! Y ese es el gran error, darlas por muertas. Y aún muertas, en el caso de que lo estuvieran, siempre permanece vivo el espíritu. Éste sí que nunca muere. Por eso tenemos la oportunidad siempre de honrar y cuidar el espíritu, tanto de lo vivo, como de lo muerto.

La lección: comprobar hasta la saciedad de que la muerte finalmente ha llegado. Pues no hay nada peor que enterrar o echar a la basura algo aún con vida. Os invito pues a mirar dentro de cada uno y buscar aquellas ilusiones que dabais por muertas e ir al rescate. Así como esas relaciones que aún queréis en vuestras vidas y que sin embargo un mal día abandonasteis a su suerte.